Nuevo frente de guerra: Azerbaiyán lanza ofensiva militar en Nagorno Karabaj
Los armenios calificaron el operativo militar como una “limpieza étnica” en el territorio separatista. Gobierno de Azerbaiyán denunció provocaciones de parte de Armenia.

Tras semanas de choques armados y acusaciones mutuas de concentración de tropas, no solo en torno al Karabaj, sino también en la frontera entre ambos países, se reavivan las tensiones entre ambos pueblos enfrentados desde 1988 por el control de ese enclave, que pertenece a Azerbaiyán, pero está poblado por unos 120.000 armenios.
Azerbaiyán anunció una “operación antiterrorista” con el aparente objetivo de recuperar el territorio de Nagorno Karabaj, que no pudo liberar durante la guerra de 44 días en 2020. El detonante, alegó, era la muerte de dos civiles y cuatro policías azerbaiyanos supuestamente por minas plantadas por “grupos de sabotaje de las Fuerzas Armadas de Armenia en la región azerbaiyana de Karabaj”.
El Ministerio de Defensa de Armenia recalcó sin embargo que su país “no tiene unidades desplegadas en Nagorno Karabaj”.
El objetivo de la operación, indicó el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán, es reprimir las provocaciones, desarmar y asegurar la retirada de las formaciones de las Fuerzas Armadas de Armenia de Nagorno Karabaj, neutralizar la infraestructura militar, garantizar la seguridad de la población civil que regresa a los territorios liberados y restaurar el orden constitucional.
Azerbaiyán lanzó “armas de alta precisión” contra Nagorno Karabaj, incluida su capital, Jankendi (Stepanakert para los karabajíes), donde están desplegadas las tropas de paz rusas que velan por el cumplimiento del alto el fuego alcanzado en este territorio.
No obstante, el Ministerio de Defensa de la autoproclamada república aseguró que el Ejército azerbaiyano emplea artillería, misiles, drones de asalto y aviones de combate, e intenta “adentrarse” en Nagorno Karabaj.
Los residentes de la capital karabají y otras ciudades han bajado a los sótanos para protegerse de los ataques aéreos y se pueden escuchar disparos y el sonido de alarmas antiaéreas, según los relatos de varios habitantes en las redes sociales armenias.
Según el defensor del Pueblo del territorio separatista, Guegam Stepanián, la operación militar ha causado al menos 25 muertos y 138 heridos, saldo al que Bakú sumó un civil azerbaiyano muerto.
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, sostuvo que se trata de una “operación terrestre de limpieza étnica” de los armenios.
Preocupación en el Kremlin
Rusia, que expresó su profunda preocupación por la “brusca” escalada de la situación y llamó a detener las acciones militares y a retornar a la senda del arreglo político-diplomático, señaló que las tropas de paz rusas recibieron información sobre la operación azerbaiyana “pocos minutos antes” del inicio.