Indígenas del mundo entero desafían a las empresas hidroeléctricas en París
Activistas internacionales destacan las desastrosas consecuencias que esta energía ha provocado sobre algunas poblaciones y sobre el medio ambiente.
El barrio financiero de París, La Defense, recibió este 14 de mayo la inauguración del Congreso bianual mundial de la energía hidroeléctrica (World Hydropower Congress), organizado por la Asociación Internacional de la Hidroelectricidad (IHA, por sus siglas en inglés). Conforme avanzaba la primera jornada, la puerta de entrada del evento desaparecía entre las pancartas y la protesta de representantes de la sociedad civil contraria a este tipo de inversiones.
Desde diversos rincones del mundo, expertos y líderes de las poblaciones que viven en las regiones donde se proyectan las nuevas centrales viajaron hasta París para denunciar los impactosque producen. Salieron de sus comunidades indígenas y entre los rascacielos del oeste parisino desplegaron sus mensajes apoyados por diversas ONGs.
«La tierra es de quien la cuida», relataba una pancarta entre numerosas figuras de peces de cartón gigantes que no llegaban a equiparar la masa formada por los 13 millones de peces reales que fueron encontrados muertos tras la inundación de la presa Sinop en el río Teles Pires, estado brasileño de Mato Grosso. La empresa Electricidad De Francia (EDF) –con un 70% de participación pública del Estado francés–, responsable de la construcción de la central de Sinop, es una de las participantes centrales del evento y miembro de la IHA.
«Estamos preocupados por el ecosistema de nuestros ríos en la Amazonía. Cada represa construida altera el curso fluvial, muchos peces ya han muerto, y la vegetación también sufre porque entran muchas máquinas», relata Alessandra Korap, indígena de la etnia Munduruku de Brasil. Korap fue una de las representantes de su comunidad que llevó hasta la capital francesa una carta redactada por su pueblo para defender sus ríos y su «buen vivir». «No queremos que las empresas junto con el Gobierno brasileño destruyan nuestro río como hicieron con las centrales hidroeléctricas de Belo Monte,Teles Pires, São Manoel y tantas otras», declara la misiva que fue leída durante la manifestación y que reclama: «¡No cambiamos ni negociamos la vida de nuestro pueblo!». Además, afirma su intención de resistencia frente a «políticos y empresarios que hacen oídos sordos frente a los reclamos de nuestra selva».
Redactada en varios idiomas, esta carta tenía como destino final la sede de la empresa EDF en París pero los líderes Munduruku no consiguieron concluir su cometido. «EDF invade nuestros territorios, destruye nuestros ríos y lugares sagrados. Cuando venimos hasta aquí para entregarles una carta, nos bloquean. Estamos tristes pero decididos a continuar nuestra lucha de protección de nuestro territorio», declaró Korap tras el frustrado intento retratado en un vídeo que comienza con las imágenes de la manifestación.
Hidroeléctricas, ¿solución u obstáculo?
Bajo el eslogan ‘El poder del agua en un mundo sostenible e interconectado’, el congreso de la energía hidroeléctrica de la IHA defiende que estas centrales son una fuente energía limpia y renovableque podría ser esencial para cumplir con el Acuerdo del Clima de París y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Cientos de líderes empresariales y otros expertos de más de 70 países estarán reunidos hasta este jueves 16 de mayo en la capital francesa para debatir sobre «cómo la energía hidroeléctrica puede ser financiada, desarrollada y aplicada de forma sostenible».
No obstante, una coalición de organizaciones en defensa de los derechos humanos y medioambientales denuncia un esquema de ‘greenwashing’, es decir, de apropiación de recursos contra el cambio climático, como el Fondo Verde del Clima. En respuesta a la posición del sector empresarial, las ONGs Planète Amazone, GegenStrömung/CounterCurrent, Rivers without Boundaries, International Rivers y AIDA organizaron una conferencia paralela que tuvo lugar este 13 de mayo donde participaron especialistas y activistas internacionales para poner de relevancia las desastrosas consecuencias que el sector de la energía hidroeléctrica ha provocado sobre algunas poblaciones y sobre el medio ambiente.(RT)