Macarena Arribas sobre el maestro de escuelita rural Pedro Castillo
Seguimos viviendo en un país sin empatía, con brechas que se agrandan cada día más y con “líderes” de derecha que no hacen más que destruirnos robando, corrompiendo y engañando.
Yo también estoy de acuerdo con que los resultados de ayer son francamente preocupantes, ya que lo que propone Castillo es bastante descabellado. Pero me pregunto: ¿por qué ha ganado en la mayoría de regiones? ¿Por qué la mayoría de peruanos está prefiriendo darle la oportunidad a la izquierda? Incluso veo peruanos provenientes de los mejores colegios de Lima y de excelentes universidades privadas, viviendo en mansiones, votando por la izquierda.
Las redes han estado saltando ayer y me incluyo, ya sea por miedo, por angustia, por decepción o por cólera. Pero, ¿realmente no lo veíamos venir? Siempre es lo mismo en este país. Se vota por “el menos malo”. ¿Y saben porqué? Porque pasan y pasan los años y nada cambia. Seguimos viviendo en un país sin empatía, con brechas que se agrandan cada día más y con “líderes” de derecha que no hacen más que destruirnos robando, corrompiendo y engañando.
Vivimos en un país donde los intereses personales priman. Ayer vimos solamente la cereza del helado, la punta del iceberg. Mientras toda la izquierda salió a votar para por fin ver un cambio, la derecha se fue de vacaciones a USA, se quedó tomando sol y simplemente pagó su multa. Porque desde su comodidad, eso era más “importante” que el futuro de nuestro país. Basta con solo ver cuáles fueron los distritos con menos presencial en las elecciones.
¿Pero de qué nos asombramos si siempre ha sido igual? ¿Cuántas empresas privadas apoyan a las comunidades más vulnerables? ¿Cuántas personas a título personal lo hacen? ¿Cuántas veces salimos de nuestra zona de confort para pensar y apoyar al otro menos afortunado? ¿Cuántos convenios entre empresas privadas y públicas existen? ¿Cuántas trabas pone el mismo Estado Peruano para dejarse ayudar por los privados? Si se dan cuenta, el sistema en general es una cochinada.
Los resultados de ayer muestran gritos de dolor, de desesperación, de ansias por el cambio. Mientras algunos lloran porque tendrán que dejar sus vacaciones en Miami y sus colegios privados de alto nivel, otros aplauden y celebran la idea de poder tener agua, desagüe, electricidad, educación y un techo debajo del cual dormir.
Siempre se escucha la frase “Es que el Perú no es Lima”, pero … ¿Quiénes hacemos cosas para cambiarlo? ¿Quién se compra el pleito REAL que busca reducir brechas en este país? Dejemos nuestro ego constante que nace de la suerte de haber nacido en un lugar con posibilidades, y comencemos a pensar en esas personas con menos suerte que simplemente les tocó vivir en un lugar olvidado del país.
Esto no es un tema de las elecciones, señores. No seamos ingenuos por favor, y no nos dejemos llevar por nuestras pasiones. Es un tema que se arrastra desde décadas atrás, y no querer verlo es más ignorante que estar culpando a “los ignorantes por votar por Castillo”.
Dejemos, por favor, de seguir viviendo en la ignorancia, porque así no vamos a llegar a ninguna parte.
A todos los que no fueron a votar, sea por la razón que sea, los invito a pasar unos días en una cabaña de esteras en la mitad de la sierra peruana, sin agua, sin desagüe, sin luz. Y a todos los que desde su comodidad son incapaces de salir de sus zonas de confort y dejar su comodidad por un rato, los invito a lo mismo.
Claramente, soy de derecha. Creo firmemente en la economía. Creo en que debemos crear empleo para así dar estabilidad. Creo en la innovación. Creo en que la economía es la base. Pero ahora estamos bien fregados, porque cómo le explicamos a las personas del Perú menos afortunado que esto es lo correcto si los últimos gobiernos de derecha no han hecho más que cagarla. ESE es el gran problema a resolver ahora.
Ojalá que esto que estamos viviendo ahora como país nos sirva para volvernos un país más empático, con más conciencia y con menos ignorancia. Ojalá que los colegios más privilegiados propongan actividades donde aterricen a las nuevas generaciones sobre la realidad VERDADERA de nuestro país, y espero que los padres de familias afortunadas comiencen también a reventar las burbujas en las que viven sus hijos, para mostrarles así la realidad que nos rodea y espero que JUNTOS como SOCIEDAD saquemos al país adelante.
Porque el presidente solo, señores, no lo va a lograr jamás. Se trata de que todos los ciudadanos, desde donde estén, saquemos nuestra mejor versión y trabajemos arduamente para reducir brechas en este país que duele tanto como el Perú. ¡Qué fácil es echarles la culpa a las elecciones! Dejemos de hacernos los ciegos, por favor. Y comencemos a HACER en vez de estar siempre pensando en que el OTRO tiene la culpa o en que es únicamente el deber del OTRO solucionar los problemas del Perú.
Estos días solo nos queda esperar a que la democracia cumpla su función. Pero tú, como ciudadano, ¿estás listo para cambiar? Porque sino, así venga el mismo Dios a gobernar el país, nos iremos al tacho (por no usar una palabra menos educada).