Nuevos datos para garantizar la conservación de la diversidad biológica en Guatemala
Como parte de las actividades del proyecto Cogestión territorial para la conservación y manejo sostenible del Complejo Volcánico Acatenango-Fuego, en Guatemala, el CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza) implementó un sistema de monitoreo biológico mediante la instalación de ocho cámaras trampa, con lo cual se está generando información actualizada sobre la dinámica de poblaciones de aves y mamíferos y se obtienen insumos estratégicos para la conservación de este ecosistema de la Cadena Volcánica Central.
Julio López, Representante del CATIE en guatemala, afirmó que este monitoreo ha generado importante información biológica básica que será de utilidad para tomar decisiones de manejo por parte de autoridades locales. Asimismo, servirá para actualizar políticas e instrumentos que contribuyan a la sostenibilidad del ecosistema presente en dicha región.
El equipo para el monitoreo se instaló desde octubre de 2017, de forma rotativa, en diversas localidades dentro del Parque Regional Municipal Volcán de Acatenango, así como en el Área Protegida Municipal Astillero Joya Grande en el Volcán de Fuego, una nueva área protegida en proceso de resolución por parte del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP).
Estuardo Girón, coordinador del Proyecto, indicó que durante los siete meses de observaciones se identificaron en total 25 especies (56% aves y 44% mamíferos), de las cuales las aves más frecuentes han sido cayaya (Penelopina nigra), paloma-perdiz (Zentrigon albifacies) y tordo (Catharus frantzii). En el caso de los mamíferos los más frecuentes fueron la ardilla (Sciurus deppei), el pizote (Nasua narica) y el tacuacín (Didelphis marsupialis).
Además, Girón mencionó que algunas observaciones poco frecuentes pero muy relevantes para la conservación de fauna silvestre en este territorio fueron la codorniz-guachoca (Dendrortyx leucophrys), la codorniz cantante (Dactylortyx thoracicus), el tepezcuintle (Cuniculus paca), el zorro gris o gato de monte (Urocyon cinereoargenteus), el puerco espín enano (Sphiggurus mexicanus) y el zorrillo pinto (Spilogale putorius).
Algunas observaciones por confirmar son el coyote (Canis latrans) y tigrillo o margay (Leopardus wieidii), ambos carnívoros que pueden considerarse buenos indicadores de la salud y la calidad de estos bosques, según Girón.
El proyecto Cogestión territorial para la conservación y manejo sostenible del Complejo Volcánico Acatenango-Fuego es financiado por el Fondo para la Conservación de Bosques Tropicales en Guatemala (FCA) y ejecutado por el CATIE con el apoyo de las municipalidades de Acatenango y San Pedro Yepocapa. A su vez, participan el Instituto Privado de Investigación en Cambio Climático (ICC) y el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT). (Fuente: CATIE/DICYT)