ONU denuncia ola de violaciones a niñas y mujeres en Sudán del Sur
Niñas de ocho años y mujeres embarazadas hasta de 9 meses están entre los cientos de víctimas de milicias armadas y las mismas fuerzas de seguridad en el estado de Unity, que las violan brutal y repetidamente y las golpean con culatas de rifle, palos y hasta cables. La ONU pide acción del Gobierno y las autoridades locales para acabar con estos despreciables crímenes.
Al menos 134 mujeres y 49 niñas fueron violadas por grupos armados y militares en el estado de Unity en Sudán del Sur en los últimos cuatro meses de 2018, en una ola de ataques que parece no disminuir a pesar de la firma de un acuerdo de paz.
“Entre las sobrevivientes, había niñas de hasta ocho años, y es posible que el nivel real de violencia sexual sea considerablemente más alto que el número de casos registrados”, aseguró Rupert Collville, el portavoz de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos este viernes ante periodistas en Ginebra.
″Entre las sobrevivientes, había niñas de hasta ocho años, y es posible que el nivel real de violencia sexual sea considerablemente más alto que el número de casos registrados.″
La Oficina publicó un informe junto a la Misión de la ONU en el país (UNMISS) que advierte que a pesar de que los ataques contra civiles si han disminuido significativamente desde que se firmó el acuerdo de paz el pasado 12 de septiembre, la violencia sexual relacionada con los conflictos endémicos del estado de Unity continúa caracterizada por una impunidad generalizada, que está contribuyendo a la “normalización” de la violencia contra las mujeres y las niñas.
Collville aseguró que casi el 90% de las mujeres y las niñas son violadas por más de un perpetrador, y a menudo, durante varias horas. Mujeres embarazadas y madres lactantes también fueron víctimas de violencia sexual, y las historias que cuentan son “desgarradoras”.
“Una de ellas dijo: las mujeres no tenemos elección. No hay alternativa para nosotras. Si vamos por la carretera principal, nos violan. Si vamos por el bosque, nos violan. Me violaron junto a otras mujeres repetidamente en la misma zona en tres ocasiones diferentes. Evitábamos la carretera porque habíamos escuchado historias horribles de las mujeres y niñas que son capturadas cuando pasan por ahí, pero lo mismo nos pasó a nosotras. No hay escapatoria. Nos violan a todas.”
La crueldad de los ataques
La situación es tan terrible que solo en un incidente ocurrido el 17 de diciembre, en la aldea de Lang en el condado de Koch, cinco mujeres fueron violadas por pandillas, cuatro de las cuales estaban embarazadas, incluyendo una que tenía casi nueve meses de embarazo.
Las sobrevivientes de violencia sexual describieron haber sido brutalmente golpeadas por los perpetradores con culatas de rifle, palos, pequeñas armas de fuego y cables si intentaban resistir a sus agresores o después de haber sido violadas.
Según el informe, la crueldad de los atacantes parece ser una característica constante de la violencia sexual documentada. La investigación también indica que los perpetradores tenían un cierto nivel de premeditación.
“Un sobreviviente contó cómo ella y sus amigas fueron violadas en tres ocasiones diferentes y que, con cada ataque, el número de asaltantes aumentó significativamente”, dijo el portavoz.
Los perpetradores y su impunidad
Según la Oficina de la Alta Comisionada, la mayoría de los ataques han sido llevados a cabo por grupos de milicias juveniles y elementos del Ejército de Liberación Popular de Pro-Taban Deng Sudán y de las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Sudán del Sur. En algunos casos, los ataques fueron perpetrados por miembros del Ejército de Liberación Popular pro-Riek Machar.
“Los tres grupos hacen parte del acuerdo de paz, y aunque varios líderes han emitido declaraciones condenando la violencia sexual, el área de Unity tiene una larga historia de abusos sexuales atroces y la impunidad es generalizada”, recalcó Collville.
«El informe señala un sentimiento de resignación entre las sobrevivientes y un sentido de normalización en torno al riesgo de ser sometidas a la violencia sexual″.
De acuerdo con el informe, múltiples factores han contribuido al aumento de la violencia sexual en área, incluyendo un gran número de combatientes esperando por la implementación de los acuerdos de seguridad en el marco del proceso de paz; la presencia de muchas milicias armadas juveniles; y la impunidad generalizada de ataques en el pasado.
Además, dada la destrucción de sus medios de vida, el desplazamiento forzado y la inseguridad alimentaria después de años de guerra civil en Sudán del Sur, muchas mujeres y niñas deben viajar largas distancias a través de áreas de alto riesgo en busca de alimentos, agua y leña.
“El informe señala un sentimiento de resignación entre las sobrevivientes y un sentido de normalización en torno al riesgo de ser sometidas a la violencia sexual”, agregó el portavoz.
Las posibles medidas para parar los ataques
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó al Gobierno de Sudán del Sur que adopte medidas adecuadas, incluidas las establecidas en el acuerdo de paz, para proteger a las mujeres y a las niñas, así como que investigue sin demora y exhaustivamente todas las denuncias de violencia sexual, responsabilizando a los perpetradores.
Desde los informes iniciales del aumento de casos de violencia sexual, la Misión de la ONU se comprometió a colaborar con distintos líderes políticos y las fuerzas de seguridad. Se incrementaron las patrullas y se despejaron los matorrales de las carreteras para evitar que los atacantes se oculten.
“La UNMISS también ha estado operando un tribunal móvil en puntos de acceso, incluidos Bentiu y Malakal, para ayudar a resolver el problema de la impunidad, y tiene la intención de trabajar con las autoridades judiciales locales para apoyar a dichos tribunales móviles en el procesamiento de delitos más ampliamente en todo el país”, informó Collville, añadiendo que gracias a esta medida ya se logró la condena de un individuo.
El portavoz aseguró que lamentablemente se han continuado recibiendo informes de violaciones múltiples en el Estado de Unity durante las últimas seis semanas, pero que los ataques parecen haberse reducido desde diciembre, probablemente como resultado de las medidas adoptadas por UNMISS y las autoridades locales.
La violencia provoca la huida
Toda la violencia registrada desde 2013 en Sudán del Sur ha provocado un éxodo en el país. Más de un millón de sursudaneses han huído de la guerra y cruzado de forma masiva la frontera con Uganda y otros países vecinos, y se ha creado una grave situación humanitaria.
El futuro de estas familias que buscan comida y refugio en Uganda permanece incierto, como se refleja en este video.