Pese a la pandemia contaminación atmosférica marcará un nuevo record
Un estudio de la Organización Meteorológica Mundial señala que en el 2020 la cantidad de emisiones solo reduciría entre 4% y 7% a escala global. Dicha cantidad no sería suficiente para tener un impacto positivo en la atmósfera.
Las medidas de confinamiento que se aplicaron a nivel mundial ante la pandemia, apenas supondrán una muestra en la curva de crecimiento de las concentraciones en la atmosfera de dióxido de carbono, causante del cambio climático.
El parón de la economía mundial no implicará una reducción de la acumulación de los gases que sobrecalientan el planeta, ha señalado la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Esto implicará que en 2020 se vuelvan a marcar niveles récord.
La organización, vinculada a la ONU, ha presentado el boletín anual de evolución de los tres principales gases de efecto invernadero: dióxido de carbono, metano y óxido nitroso.
Aunque el documento se centra en los datos cerrados de 2019 (cuando las concentraciones atmosféricas de estos tres gases volvieron a crecer), la OMM ha ofrecido algunas estimaciones para este año 2020.
El organismo recuerda que los cálculos preliminares apuntan a que las emisiones de dióxido de carbono expulsadas por el ser humano se reducirán entre un 4,2% y un 7,5% este año, aunque la incertidumbre es grande porque todavía falta por saber si los confinamientos se endurecen más en la recta final del presente año.
En cualquier caso, la OMM sostiene que, “a escala mundial, una reducción de las emisiones de esa magnitud no permitirá reducir la concentración de dióxido de carbono atmosférico”. Solo se conseguirá que la concentración aumente “a un ritmo ligeramente menor”.
Esa desaceleración será similar a las “fluctuaciones normales en el ciclo del carbono que se producen de un año a otro”. Es decir, a corto plazo “el impacto de las medidas de confinamiento aplicadas a raíz de la covid-19 no puede diferenciarse de la variabilidad natural”, explica la OMM.
Aproximadamente la mitad del dióxido de carbono que emite el ser humano termina acumulado en la atmósfera (la otra mitad es capturada por la vegetación y los océanos). Luego, ese gas permanece concentrado en la atmósfera durante cientos de años.
Las emisiones antropogénicas llevan creciendo desde el siglo XVIII, desde la época preindustrial. Y en las últimas décadas ese aumento se ha acentuado.
El ritmo ha sido tal que “la última vez que se registró en la Tierra una concentración de dióxido de carbono comparable fue hace entre tres y cinco millones de años”, ha señalado Petteri Taalas, secretario general de la OMM. Fuente: elpais.com